El láser fraccionado no ablativo de 1540 nm. actúa, gracias a su tecnología, en la dermis, la capa intermedia de la piel, estimulando así la producción de colágeno y elastina. Esto permite una rápida regeneración del tejido cutáneo difuminando marcas y cicatrices.

El láser fraccionado emite columnas térmicas de alta precisión que activan los fibroblastos, las células responsables de la producción de nuevo colágeno y elastina, lo que mejora el tono y la textura de la piel y mejora el aspecto de lesiones como las cicatrices o las marcas del acné.
El paciente puede percibir, durante la aplicación del láser, una ligera sensación de calor. Una vez terminada la sesión puede presentarse una inflamación suave en la zona tratada que remite al cabo de unas horas, pudiendo persistir un ligero enrojecimiento un máximo de uno o dos días.

Para recuperar la elasticidad y firmeza de la piel en cualquier parte del cuerpo o cara (óvalo facial, cuello, ojos, brazos…), para recuperar cicatrices, estrías, pigmentación irregular, y regenera la piel envejecida y estropeada por el sol.

En cualquier momento del año teniendo en cuenta que se debe proteger del sol al menos 7-15 días después.

Desde la primera sesión se notan cambios favorables, mejora la piel y recupera la elasticidad. El número de sesiones dependerá del problema a tratar. Como tratamiento de rejuvenecimiento se pueden indicar de una hasta tres sesiones al año, para tratar una estría o cicatrices post acné, se necesitarán al menos de 4 a 6 sesiones.
Se trata de un tratamiento muy bien tolerado por los pacientes.
Permite realizar tantas sesiones como sean precisas, respetando los intervalos entre sesiones. Proporciona excelentes resultados en afecciones cutáneas de difícil tratamiento.

Después de la sesión no conviene exponerse al sol sin protección.

TIPOS DE TRATAMIENTOS