La toxina botulínica tipo A procede de la bacteria Clostridium Botulinium y se utiliza con fines cosméticos para tratar arrugas de expresión. Impide la liberación de acetilcolina de las terminaciones nerviosas, evitando que el músculo se contraiga. Al impedir el movimiento, la arruga no se produce. Esta forma de tratar la arruga es directa y suaviza la arruga de expresión, pero también lo hace de forma indirecta previniendo el incremento de las mismas.

Ante todo mantener la naturalidad. El estudio detenido de la anatomía del paciente y la aplicación de la dosis y el punto de inyección correcto, es lo que permite que el resultado sea óptimo. Se trata de mejorar y reducir o atenuar la fuerza muscular, no se necesita la inmovilidad total. Los tratamientos en otras regiones, fuera del tercio superior de la cara, son delicados y pueden comprometer la mímica facial. En personas jóvenes con mucha fuerza muscular, la combinación de esta técnica con otras estimuladoras de la síntesis de colágeno (mesolift, ácido hialurónico) que contribuyen a la regeneración cutánea y por tanto de la arruga, resulta idónea para mantener los resultados a largo tiempo. La inyección produce una ligera molestia pero no requiere el uso de anestesia.

Al ser arrugas de expresión se pueden manifestar desde una edad temprana, siendo el tratamiento más demandado en personas menores de treinta años.
No todo el mundo es un buen candidato a este tratamiento. Cuando se paraliza un músculo, se contraen otros con mucha fuerza. Es muy importante conocer la anatomía y respuesta de cada paciente para asegurar resultados.

Sus efectos son locales y graduales (tardan 2 – 3 días teniendo un efecto máximo a las 2 o 3 semanas) y duran aproximadamente de 4 a 6 meses.

Este tratamiento se puede realizar en cualquier época del año. Los efectos máximos se ven a los 8-15 días del tratamiento y hay que tener en cuenta que se puede necesitar una visita de control en ese espacio de tiempo.
Se puede combinar con otras técnicas para mantener la zona sin arrugas la mayor parte de año.

ANTES:
Se debe suspender los días previos medicamentos que alargan la coagulación (ácido acetil salicílico, ibuprofeno y vitamina E) para evitar la formación de hematomas.

DESPUÉS:
no conviene tumbarse boca abajo durante las 4 horas siguientes para evitar que la presión difunda la toxina a otros músculos y pueda alterar el resultado.