Manchas

El tratamiento con Luz Pulsada Intensa (IPL) está basado en la emisión controlada de pulsos de luz a la superficie de la piel. Con esta técnica se consigue eliminar en pocos segundos manchas o rojeces sin dañar los tejidos de alrededor. Otro objetivo fundamental del tratamiento con IPL es promover el rejuvenecimiento por medio del estímulo y la producción de nuevas fibras de colágeno. Así mismo, la Luz Pulsada Intensa también puede utilizarse para tratamientos de fotodepilación, con los que se consigue una depilación permanente de forma efectiva. Aplicada en los tratamientos de rejuvenecimiento facial, la Luz Pulsada Intensa consigue unificar y homogeneizar el tono de la piel debido a la eliminación gradual de las lesiones pigmentadas y las rojeces difusas causadas por el paso de los años y las exposiciones al sol repetidas. Además, mejora la calidad y la textura de la piel aportándole una mayor firmeza, mejorando el tamaño de los poros, y proporcionándole mayor luminosidad.

La lámpara de luz pulsada emite una luz filtrada para asegurar que sólo la luz adecuada sea absorbida por la piel. Esta luz se absorbe por dos pigmentos naturales del propio cuerpo: la melanina, presente en las manchas epidérmicas causadas por el sol; y la hemoglobina, que se encuentra en las rojeces difusas de la piel. Ambos pigmentos convierten la energía de la luz en calor y este calor se utiliza para eliminar lesiones.

Se pueden tratar la mayoría de la pieles, exceptuando muy oscuras (fototipos altos), y a cualquier edad. Permite eliminar lesiones pigmentadas como léntigos solares, melasma, venas y capilares (azules y rojos) y superficiales (cuoperosis, rosácea). Homogeiniza y unifica la piel con hiperpigmentaciones irregulares en pieles fotoenvejecidas.

Si se tienen en cuenta las recomendaciones con la exposición al sol, se puede hacer en cualquier momento del año, aunque se recomienda evitar los meses de verano. Si se tiene planificada una estancia al sol es mejor hacerlo después, no antes. Durante el embarazo y/o lactancia, este tratamiento se debe evitar, porque en estos momentos los cambios hormonales y en mujeres predispuestas, existe más sensibilidad a la pigmentación y se puede empeorar con una pequeña agresión. El tratamiento con IPL permite la incorporación inmediata a cualquier actividad laboral o social.

Un tratamiento facial completo requiere entre 20 y 30 minutos, y para obtener el resultado deseado se recomiendan entre 1 y 3 sesiones.

ANTES:
no se debe realizar sobre la piel bronceada, dejando transcurrir al menos un mes desde la última exposición al sol sin protección. No aplicar autobronceadores una semana antes, y esperar entre dos y cuatro semanas tras la exposición al sol o rayos uva.

DESPUÉS:
Aplicar los cuidados imprescindibles de uso diario, como antioxidantes y protectores solares por la mañana, como despigmentales por la noche. Desde el primer día es posible utilizar alguna crema con color, si bien no se debe olvidar el uso del protector solar. De efecto inmediato, es imprescindible hidratar bien la piel, y no se recomienda broncear la piel durante el mes siguiente.

TIPOS DE TRATAMIENTOS